Declaración del primer congreso Nacional de Unidad
Popular. 12 y 13 de septiembre de 2014, Capital Federal
CONSIDERA
Que nuestro país atraviesa
una crisis integral: económica,
social, política, cultural y ambiental, que se agrava y complejiza por el
ejercicio de una política gubernamental alineada al pragmatismo y severamente
imbricada con los intereses de los grupos económicos dominantes: especulativos,
predatorios, saqueadores, y contaminantes que acosan, destruyen, la vida y las
fuerzas productivas del planeta y presionan por el creciente recorte de
derechos sociales, laborales, económicos y culturales de nuestro pueblo.
SEÑALA
Que la crisis no es nueva pero resulta
agravada por la omnipresencia de un capitalismo voraz y versátil sostenido
además en la hegemonía cultural que construye con la cooptación de los medios
de comunicación e información tributarios de la fragmentación y
trivialización social. Operadores de la legitimación del modelo, la negación y
descalificación de las alternativas y el sostenimiento sin fisuras de las
estructuras de poder colonial. Que la situación genera, por sus alcances
y profundidad, inmensas dificultades para todos que empeoran como resultado del
manejo cipayo de la deuda externa, el ajuste estructural y la inflación
descontrolada y agreden especialmente a los pobres: niños, jóvenes,
ancianos, mujeres, indígenas y campesinos expulsados de sus territorios,
migrantes, desempleados, precarizados, jubilados….
Que el apoyo y
acompañamiento a las demandas y luchas populares debe avanzar hacia la
organización de una fuerza política capaz de cambiar el estado de injusticia y explotación
en que se originan esas demandas que no van a resolverse desde las viejas
culturas partidarias ineficaces y corruptas; tanto que nuestro pueblo las
percibe como parte del problema y no de la solución. Que esas dolorosas
realidades y urgencias nos exigen mejorar el funcionamiento de nuestro Partido
y realizar nuestros mejores esfuerzos para favorecer la organización y
protagonismo de los afectados, cuya inclusión dinámica es indispensable para
hacer realidad la salida democrática, popular e igualitaria por la que
trabajamos. Que, en procura de los objetivos de justicia, verdad y
democracia, el Congreso formula su
DECLARACIÓN:
Unidad Popular trabaja para el pueblo, para su
felicidad, para la justicia social y el ejercicio pleno de los derechos y
garantías, convencidos de que
Argentina puede y va a tener una política distinta porque hemos decidido
construir juntos un modelo antagónico al saqueo y la entrega. Tenemos confianza en nuestro pueblo, en los
trabajadores y en la voluntad política organizada.
Reafirma su compromiso de
sostener y profundizar democracia y las libertades y derechos democráticos por
los que luchamos duramente. Hoy la vemos vapuleada por los intereses económicos
y las complicidades gubernamentales. Queremos otorgarle sustancia, sentido,
direccionalidad y eficacia con creciente protagonismo social informado e
institucionalizado.
Defiende y promueve el federalismo efectivo con autonomías provinciales y distribución
automática de la coparticipación federal que debe decidir el Congreso de la Nación.
Apoya y trabaja por la integración de los pueblos del
mundo, en especial de Latinoamérica,
y propicia su organización libre de los imperios y la hegemonía mercadista.
Ratifica que sus principios
son irrenunciables y se sostienen en la conducta insobornable de
compañeros militantes y dirigentes. En esos principios se juega no solo la
identidad de UP como Partido y como defensa de los trabajadores, sino la
propia identidad humana.
UP se organiza y contribuye
a la organización social, para evitar que los grupos económicos estén al mando
reproduciendo la historia armada solo en función de sus intereses. Para
salir de la crisis, UP Crea, Investiga, Reflexiona, Construye nuevas
herramientas, y Forma a dirigentes y militantes capaces de construir
alternativas, renovar sus ideas y sus prácticas y enfrentar el desafío inmenso
de conducir políticamente nuestro país enfrentando a los poderes fácticos con
respaldo social.
Ratifica su vocación frentista y apostamos a que la
decisión de construir un entramado plural nos permita cambiar la
realidad. La base deberá ser la igualdad
y respeto hacia las identidades de las organizaciones y movimientos sociales
con quienes compartimos luchas. Con ellas deberán construirse consensos
democráticos para resolver las diferencias y avanzar hacia la efectiva solución
de los problemas sociales. No queremos ser una vanguardia testimonial.
Se compromete a revertir el hambre como primera
prioridad. Es absolutamente
inconcebible en nuestro país, productor enormemente excedentario de alimentos y
una aberración surgida de la desigualdad, la injusta distribución
de la riqueza, de los bienes y del conocimiento.
Defiende el trabajo digno y el rol protagónico de
los trabajadores, así como la democratización y legitimidad de sus
organizaciones, eje sustantivo en la organización social democrática.
Se compromete a refundar las relaciones Estado/sociedad
sobre la base de un nuevo orden ético, político, económico, social y cultural
y un nuevo consenso para proveer los servicios públicos, la seguridad
ciudadana, la educación, la cultura y la salud públicas, gratuitas
y de la mejor calidad, direccionados al bienestar general y a la
formación comprometida, solidaria y profundamente humana, capaces de generar
las condiciones para salir de la exclusión, la pobreza, la violencia y el
hambre.
Defiende la recuperación de la potestad democrática del
Estado y la comunidad en la definición de la política energética, los
modos de producción, el uso y disposición de bienes comunes, la generación de
tecnologías y procesos adecuados a las necesidades nacionales. Rechaza el sometimiento del Estado a
cualquier jurisdicción foránea.
Apoya la producción científica y técnica al servicio
de los intereses nacionales y sociales rechazando que nuestras
instituciones académicas se alejen de las necesidades sociales y se constituyan
en brazo legitimante de los intereses corporativos.
Alienta y defiende el cuidado de los bienes comunes, hoy
amenazados de extinción y su gestión responsable saliendo del derroche y
el uso abusivo de la naturaleza.
Se opone categóricamente a
los sistemas productivos o de disposición de residuos contaminantes, entre
otros, la incineración de basura, el vertido de residuos sin tratamiento,
la minería a cielo abierto, la fractura hidráulica (Fracking), las
represas, el uso de agrotóxicos que envenenan los alimentos y destruyen la
salud de nuestro pueblo, el saqueo de nuestros mares, los desmontes
irracionales, la contaminación del suelo, el aire y el agua.
Promueve y alienta prácticas hacia una economía
superadora, de tamaño humano, capaz de fundar un desarrollo alternativo
sustentable a nivel humano, económico, político y ambiental para sustituir los
modos de producción y consumo vigentes,
generadores de un crecimiento mentiroso y excluyente basado en el
extractivismo, el saqueo y la explotación ilimitada de bienes y trabajadores.
La decisión de sostener y apoyar la candidatura a
presidente del compañero Víctor De Gennaro fundados en su trayectoria de lucha,
capacidad de trabajo, ética, ejemplo de coherencia entre lo que se dice y se
practica, preciadas y
lamentablemente escasas cualidades en nuestro escenario político.
Es un honor y una enorme fortuna poder ofrecer esta candidatura a nuestra
sociedad y ayudar a construir las referencias simbólicas puestas al servicio
del interés colectivo”.
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